martes, 11 de mayo de 2021

MEDARDO ANGEL SILVA. LENGUA Y LITERATURA

 Motivación:

  


 Experiencia:

 


Reflexión:

¿Usted ha escuchado alguna vez esta canción?

Sabía usted que esta canción es de un poema de Medardo Ángel Silva

 Desarrollo:

Medardo Ángel Silva

(Guayaquil, 1899-1919) Poeta ecuatoriano. De formación realmente autodidacta y origen humilde, ejerció como maestro de escuela; quizá su condición de mulato influyó en el pesimismo que llenó su vida, en una sociedad todavía lejana del sentimiento humano de la comprensión y la convivencia. No se ha podido concretar si lo impulsó al suicidio un desengaño amoroso o si murió a manos de un rival por celos.

El 10 de junio de 1919, el cronista y poeta guayaquileño se disparó en la sien en presencia de su amada Rosa Amada Villegas. El autor de ‘El alma en los labios’ es una de las glorias literarias del país. Esta es la historia de uno de los poetas decapitados de Ecuador, o mejor dicho del final de uno de ellos. Silva era el joven que, dependiendo de las fuentes que se usen, podía ser el adicto a la morfina, el consumidor de opio, o el tipo terco con aspiraciones sociales, conocedor de italiano, francés y latín, pianista consumado que tocaba Schubert y Beethoven y que incluso fue a una reunión importante en frac y con sandalias, porque así lo había hecho Paul Verlaine décadas atrás, en Francia. Silva era ese joven poeta que falleció hace 100 años, falleció a dos días de haber cumplido 21.

Medardo Ángel Silva es uno de los nombres más importantes de la literatura ecuatoriana. Y a un siglo de su muerte, esa importancia no ha disminuido. Junto a Ernesto Noboa Caamaño, Arturo Borja y Humberto Fierro integraron la llamada Generación decapitada, agrupación que fue reunida por los críticos —no por decisión de los escritores— tanto por los intereses y alcances estéticos, así como sus muertes prematuras. Poetas influenciados por el simbolismo y el modernismo, especialmente de Rubén Darío.

Silva podría ser visto como el genio artístico de las letras ecuatorianas. Joven rebelde y de familia de escasos recursos —dejó el colegio Vicente Rocafuerte al negarse a cortarse el pelo— trabajó desde muy joven. Publicó su único libro en vida, El árbol del bien y del mal, en 1917, en una edición propia. La novela María Jesús vio la luz por entregas a través de diario El Telégrafo en 1918. Es este contacto con este periódico que marcaría otro hito de relevancia en su la vida de este escritor: su experiencia periodística.

El día de su muerte, Medardo Ángel Silva pidió una foto de Oscar Wilde que dejaría en su habitación. Se vistió de negro —traje, corbata de seda y zaparos de charol—, tomó el revólver Smith & Wesson, calibre 32, que le había prestado un amigo, y le dijo a su madre que iba a devolverlo. Había cumplido un domingo los 21 años y ya tenía una hija pequeña, María Mercedes Silva Carrión. Fue a la actual Rumichaca, entre Víctor Manuel Rendón y Quisquís y pidió hablar a solas con Rosa Amada Villegas. Mientras se acomodaban en el salón —ella se sentó lejos de Silva—, él le pidió que se acercara cada vez más. Ante la insistencia, la adolescente se acercó y mientras lo hacía, él sacó el arma y se disparó.
Su madre llegó minutos después y solo alcanzó a limpiar el rostro de su hijo y besarlo en la frente. Por la trayectoria de la bala se extendió la idea de que se trató una especie de juego de ruleta rusa que salió mal. O hasta de que fue asesinado. Silva había vaciado el revólver y solo dejó una bala. Al analizar el cráneo se descubrió que la bala ingresó detrás de la oreja, por lo que se presume que en el último segundo se movió para evitar la muerte.

 Uno de sus últimos poemas, El alma en los labios, estaba compuesto por los versos que Medardo Ángel Silva le escribió a Rosa Amada Villegas un poco antes de su muerte. El músico Francisco Paredes se encargó de ponerle música, en homenaje a la memoria de su amigo. Así nació uno de los pasillos más importantes del país, especialmente por la interpretación de Julio Jaramillo. Los primeros cuatro versos tienen una contundencia que aún hoy sorprenden: “Cuando de nuestro amor, la llama apasionada / dentro tu pecho amante, contemples extinguida /  ya que solo por ti la vida me es amada / el día en que me faltes, me arrancaré la vida”.

 TAREA:

1.-CON BASE EN EL TEXTO, IDENTIFICA EL NOMBRE DEL AUTOR AL QUE HACE REFERENCIA

Poeta, el más popular del país, no solo por su producción sino también porque los compositores nacionales desde los años veinte a los cuarenta la apasillaron en numerosas ocasiones. Sus poemas se recogieron en un libro titulado “EL ÁRBOL DEL BIEN Y DEL MAL” .Perteneció a la famosa “GENERACIÓN DECAPITADA” y se suicidó frente a la mujer que amaba, a quien le dedicó su famoso poema “El alma en los labios”. Nació en Guayaquil en el año 1898 y falleció en 1919 a los 21 años.

           a.- Arturo Borja

           b.- Humberto Fierro

           c.- Ernesto Noboa y Caamaño

           d.- Medardo Ángel Silva

2.- CON BASE EN EL TEXTO, IDENTIFICA AL AUTOR DEL POEMA:

                           SONATINA

La princesa está triste… ¿Qué tendrá la princesa?

Los suspiros se escapan de su boca de fresa,

Que ha perdido la risa, que ha perdido el color.

La princesa está pálida en su silla de oro,

Está mudo el teclado de su clave sonoro;

Y en un vaso olvidado se desmaya una flor.

 

a.- Gabriela Mistral

b.- Amado Nervo

c.- José Santos Chocano

d.- Félix Rubén García Sarmiento.

 

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