Tema: El diálogo y la
deliberación como forma de consenso y disenso
Objetivo de Aprendizaje: Determinar el origen y significación de los conceptos de consenso y disenso, mediante el dialogo para conocer la función de la construcción permanente de la igualdad y la dignidad humanas
Observar
el siguiente video:
¿Qué diferencia al consenso del disenso?
¿Es posible en democracia estar en desacuerdo con algo y tener el derecho a expresarlo?
Actividades de desarrollo
El derecho a la igualdad natural se basa en reconocer y
garantizar las diferencias para expresar
lo diverso, pues se concibe que las sociedades humanas son plurales y poseen
una gran cantidad de formas de ver y entender la realidad, tantas como
distintos intereses tienen los grupos humanos. Dentro de esta aspiración, el
disenso y el consenso son dos elementos clave para que la igualdad parta de
procesos de diálogo y deliberación. El disenso consiste en plantear un
desacuerdo con respecto a algún tema en particular. Se trata de una divergencia
que se origina en las múltiples formas de pensar que tienen las personas, en
sus intereses y experiencias.
El disenso es parte de la cultura política heterogénea, en la que es posible
manifestar el desacuerdo con quienes están en una instancia de poder, sin por
ello ser juzgado, anulado o excluido, sino todo lo contrario: ser valorado por
presentar un punto de vista diferente.
En cambio, el consenso es estar de acuerdo en algo y ocurre como
resultado del acuerdo al que llegan las partes que tienen posiciones
divergentes y que es satisfactorio para todos. Implica la superación de las
diferencias y el encuentro de elementos comunes de beneficio mutuo. Incluso se
dan acuerdos cuando no todas las partes están totalmente satisfechas con todo
el contenido del acuerdo; sin embargo, se han encontrado puntos convergentes o
que presentan un punto intermedio entre dos posiciones antagónicas.
Cuando existe disenso en un diálogo o deliberación es mejor encontrar
los elementos que nos acercan y sobre ellos trabajar los acuerdos; lo contrario
es radicalizarnos y enfatizar en los puntos que nos alejan. La aplicación de
este diálogo o deliberación en el poder, según Riorda (2011), se da cuando los
gobernantes ponen en práctica el incrementalismo, un estilo comunicacional de
consenso que enfatiza en lo gradual y jamás en lo radical..
El asunto no es deponer posiciones o invalidarlas o que una parte se sobreponga por sobre otra; lo que se debe lograr es ubicar puntos de consenso en común. El diálogo Si partimos de la comprensión que Paulo Freire hace del ser humano, este es un ser de contactos y de relaciones, en las que el uso de la palabra permite construir el diálogo. Sin embargo, cuando ocurre la invasión cultural, se niega este diálogo y viene la dominación, la anulación del sujeto como actor de la sociedad (1996). Para este autor, las relaciones humanas pueden ser verticales impositivas y anuladoras de las personas, en las que no hay diálogo, sino la aceptación de órdenes. También pueden ser horizontales, democráticas, respetuosas, participativas.
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