El mundo en el siglo XIX, el Imperialismo
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¿Cómo definirías al imperialismo? ¿Qué características tiene?
¿Por qué crees que James Monroe, quinto presidente de EE. UU.,
pronunció la frase “América para los americanos”?
ACTIVIDADES DE DESARROLLO (CONCEPTUALIZACIÓN)
Al
estudiar la antigüedad se habla de los imperios –el Imperio romano, por
ejemplo–. Luego, hablamos del surgimiento del Imperio español tras la conquista
de América y de otros imperios como el británico o el portugués. A fines del
siglo XIX vuelve a aparecer esta palabra pero con un nuevo significado, pues
los historiadores identifican al período de 1871 a 1914 como la Era del
Imperialismo. En el bloque anterior vimos la lucha por la posesión directa del
territorio mundial que se dio en el siglo XIX. A veces se confunde ese fenómeno
con el imperialismo, pero en realidad fue el preludio del imperialismo el que
realmente comenzó como resultado del hecho de que la división del mundo estaba
ya completa.
Definición y características del imperialismo.
El imperialismo es una etapa especial del desarrollo del capitalismo. Hay una frase de Vladimir Lenin, líder comunista ruso, que es citada por los historiadores, sean de izquierda o no: “Si es necesario dar la definición más breve del imperialismo deberemos decir que imperialismo es la etapa monopólica del capitalismo”. Las cinco características principales de esta etapa mencionadas por Lenin, que en 1916 escribió el libro El imperialismo, etapa superior del capitalismo, para tratar de explicar lo que acontecía, son:
• El
rol decisivo de los monopolios. • La mezcla del capital industrial y
financiero. • El predominio de la exportación de capitales sobre la exportación
de productos. • La división del mercado mundial entre monopolios capitalistas
en competencia mutua. • Culminación de la división territorial del mundo. Para
ahorrarse costos, mejorar la tecnología y enfrentar la competencia, diferentes
empresas pequeñas formaron conglomerados medianos, los que a su vez absorbieron
otros conglomerados y empresas para constituir grandes corporaciones. La lógica
del proceso condujo a estas a formar “carteles”, es decir, arreglos para
controlar precios y mercados sin hacerse daño. Esta es la característica del
monopolio: pocas empresas que se reparten el mercado, absorben (o destruyen) a
las empresas que estén en su camino, sea en su territorio o en países
extranjeros. De allí en adelante, las multinacionales (empresas que actúan en
muchos países) han jugado un papel cada vez más decisivo en la economía
mundial, hasta ostentar el rol determinante que tienen ahora. Todo este proceso
estuvo unido al surgimiento de las compañías anónimas, aquellas en que su
capital está dividido en acciones que pueden estar en manos de un grupo
reducido o venderse públicamente a quien desee invertir (para lo que existen
las bolsas de valores), y al crecimiento de los grandes bancos de depósito e
inversión. Con estos mecanismos, las inversiones en el exterior se
cuadruplicaron.
Del neocolonialismo al militarismo
Las
corporaciones dejaron claro a sus gobiernos que si tenía que haber comercio e
inversión fuera de Europa, entonces también era necesario que hubiera un
sistema político y legal para protegerlo. Lo mismo sucedió con EE. UU. y más
tarde con Japón. Ya vimos que en África y partes de Asia, en el siglo XIX, se
impuso el control colonial directo. Como no podía ser de otra manera, esta
agresiva política, llamada neocolonialismo, fue una constante fuente de
conflictos, innumerables choques y guerras, de mayor o menor monta, que mantuvieron ocupados a los contendientes,
en un frenesí por más tierras y más súbditos. La consecuencia fue el
crecimiento del armamentismo, cuya fabricación alimentó la expansión
industrial, situación que dio lugar a un círculo vicioso: guerra-producción
industrial-crisis-guerra. Este proceso adquirió trágica nitidez en el siglo XX,
con las dos guerras mundiales.
El intervencionismo en América Latina
En América Latina, por el contrario, había ya un sistema legal que era suficientemente estable para que prosiguiera la inversión y el comercio. La intervención abierta de Gran Bretaña fue pocas veces necesaria; fue lo que se llamó “la diplomacia de las cañoneras”, es decir, el envío de algunos barcos para bloquear el principal puerto y obligar a que las cosas se hicieran en beneficio de los inversionistas o comerciantes británicos (ocurrió en Buenos Aires en 1808, en Nicaragua en 1841, 1848, a lo largo de la década de 1850 y, de nuevo, en 1874). Con más frecuencia fue suficiente ejercer presión diplomática o facilitar armas y financiamiento a sus aliados, como en las guerras del Paraguay o del Pacífico. Lo mismo hizo EE. UU.: financiamiento, armas y “diplomacia de las cañoneras”, sobre todo conforme crecía su flota. Varias veces hizo presencia en los puertos de América Latina para presionar en favor de sus intereses (ver línea de tiempo arriba).
“América para los americanos”
James
Monroe, quinto presidente de EE. UU. (1817-1825), proclamó en 1823 la tesis de
que las potencias europeas ya no debían colonizar las Américas o interferir con
los asuntos de las naciones soberanas localizadas en esta región. A cambio, EE.
UU. planeaba permanecer neutral en las guerras entre potencias europeas y en
guerras entre una potencia europea y sus colonias. Sin embargo, si estas
guerras posteriores ocurrieran en las Américas, EE. UU. vería tal acción como
hostil contra él. Este famoso estatuto es conocido como la Doctrina Monroe, que
se resumía en la frase “América para los americanos”, lo que podría traducirse,
como en efecto sucedió, en “América para los estadounidenses”. Fue, hasta
cierto punto, una declaración anticipada de que EE. UU. se convertiría a lo
largo del siglo XIX en la potencia hegemónica en el continente y desplazaría a
Gran Bretaña. Combinada con la tesis del Destino Manifiesto, fue la
justificación perfecta para la expansión territorial y la hegemonía política.
ACTIVIDADES DE APLICACIÓN
James Monroe, quinto presidente de EE. UU.
(1817-1825), proclamó en 1823 la tesis denominada:
A. América para los Estados
Unidos
B. América para todos.
C. América para los Americanos
En el imperialismo existe 4 componentes
especifico, ¿Cuáles son?
A. política, religioso y
social.
B. militar, demográfico,
político y económico
C. económicos, políticos, demográficos y ideológicos
¿En qué siglo aproximadamente surge el
imperialismo o etapa monopólica del capitalismo?
A. XV
B. XIX
C. X
D. XVIII
Las características del imperialismo son:
A. El rol decisivo de los
emigrantes.
B. La división del mercado mundial entre monopolios capitalistas en competencia mutua
C. Culminación de las guerras
entre del mundo.
Fue
un sistema político y económico que surgió por la necesidad de las potencias
mundiales de controlar nuevos territorios para invertir capitales en ellos,
tener mercados más amplios en los que posicionar su excedente productivo,
generado por la Revolución industrial, y ubicar el exceso población.
A.
Monopolios
B.
Capitalismo
C.
Militarismo
D.
Imperialismo.
¿En qué continente dio sus inicios el
imperialismo moderno?
A. África
B. Asia
C. España
D. Europa
El imperialismo quería ejercer :
A. El poder social del país
dominado
B. El poder político del país dominado.
C. El poder económico del país
dominado
Una de las causas del imperialismo de Estados
Unidos del mundo
A. La democracia y la libertad
B. La igualdad y los derechos
C. Necesidad de buscar mercados y materias primas
El imperialismo maneja ciertos asuntos en
especifico, ¿Cuáles son?
A. política, religión y social
B. ganadería, militar y
económica
C. económica,social y militar.
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