Tema: Crisis económica y deuda externa
Motivación
Observar video :
• REFLEXIÓN.
¿Sabías que por varias décadas la mayoría de
los países de América Latina estaba gobernada por militares?
¿Crees que es función de los jefes militares
gobernar los países sin que la ciudadanía los haya elegido?
ACTIVIDADES DE DESARROLLO (CONCEPTUALIZACIÓN)
La
recesión económica
Los ochenta fueron para América Latina
años de caída de precios de sus productos de exportación, alta inflación,
incremento de la desocupación, baja de inversiones y elevación de la deuda
externa. En el Ecuador, a inicios de los ochenta, el apogeo había pasado y se
inició una larga recesión económica. El Producto Interno Bruto creció 6,6% en
1978, 4,9% en 1980, 1,4% en 1982, hasta que en 1983 hubo una tasa negativa. Los
años siguientes su promedio no rebasó el 2%.
La baja de precios internacionales del
petróleo y el aumento del consumo interno disminuyeron los ingresos fiscales.
La exportación de productos industriales descendió, se incrementó la
importación de bienes de consumo y bajó la de bienes de capital. En cambio, las
exportaciones tradicionales de banano, cacao y café se recuperaron. Se
exportaron también atún, camarones, flores y otros productos que se denominan
“no tradicionales”. Con la baja de ingresos fiscales y la elevación del gasto
público, los recursos para inversión se redujeron de 20% en 1980 a 11,8% en
1986. En años siguientes bajó la inversión social y de capital. La educación,
que a inicios de los ochenta recibía más del 25% del presupuesto, obtuvo menos
del 15% a fines de los noventa.
Políticas de
ajuste.
Los sucesivos gobiernos
enfrentaron la larga crisis con medidas de ajuste, como elevaciones de precios
de combustibles y servicios públicos, eliminación de subsidios a productos de
primera necesidad, y devaluaciones que llevaron al sucre de S/. 25,25 por dólar
en 1981 a más de S/. 2.000 por dólar en 1992, hasta un promedio de S/. 7.500,
en 1999.
Acatando las políticas del Fondo Monetario Internacional (FMI) se
planteó la privatización de las empresas públicas, supresión de la protección
industrial y masivos despidos de empleados públicos para “reducir el tamaño del
Estado”. Se liberaron las importaciones y se dieron grandes ventajas a los
exportadores. Se buscó “desregular” la economía nacional, es decir, eliminar el
control del Estado para dejar que el capital privado se “autorregulara” lo cual
no funcionó, pero tuvo efectos sociales que empobrecieron a la población.
La migración
En las décadas finales del siglo XX el colapso de la economía y el
desempleo generaron una fuerte corriente de migración al exterior. Mucha gente,
sobre todo sectores muy pobres, viajaron a otros países en busca de trabajo. El
Ecuador tiene ahora grandes contingentes de migrantes legales e ilegales en
Estados Unidos, Canadá, España, Italia, Suiza y otros países. La migración ha
impactado mucho en nuestro país. Lo ha integrado más al mundo y le ha traído
remesas de dinero, que fueron en un momento su segunda fuente de ingreso, pero
también ha causado despoblamiento del campo, deterioro de las relaciones
familiares y desintegración de muchos hogares. Hay historias de migrantes que
son exitosas, bien porque lograron acumular dinero o se quedaron a vivir fuera.
Pero también hay conflictos. En muchos casos la expectativa de dinero o empleo
no se cumple y la gente debe soportar actitudes racistas de algunos pobladores
locales.
Efectos sociales
El efecto de la crisis y las
políticas de ajuste neoliberal fue el descenso de los niveles de vida. Los
precios se elevaron y las remuneraciones se redujeron. La inflación y la baja
de ingresos reales lanzaron a mayor número de ecuatorianos a la miseria y el
desempleo.
Los sacrificios que se
le impuso a la población para vencer la crisis fueron enormes y, sin embargo,
no pudo ser superada. Mientras la mayoría fue drásticamente afectada, se
consolidaron grupos monopólicos poderosos, articulados en la banca y el
comercio.
La deuda impagable.
En medio de la crisis,
los gobiernos se endeudaron cada vez más con los organismos financieros
mundiales y la banca privada internacional. Parte de esa deuda se usó en gastos
corrientes, como pago de sueldos y compra de armas. Los banqueros, comerciantes
y grandes propietarios adquirieron una abultada deuda externa privada. El
Ecuador llegó a tener una deuda externa pública de más de 17 mil millones de
dólares. En América Latina, durante los ochenta, surgió la conciencia de que la
deuda externa es impagable y que no es legítima. Esta postura ganó fuerza, pero
los gobiernos siguieron endeudándose, renegociando la deuda y pagando al menos
sus intereses. Aún más, algunos gobiernos, como el ecuatoriano, asumieron la
deuda privada e hicieron que todos pagáramos lo que había beneficiado solo a los
más poderosos. La deuda externa y las presiones del FMI y del Banco Mundial han
pesado sobre las economías latinoamericanas por muchos años.
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