miércoles, 10 de noviembre de 2021

PROBLEMAS DEL MUNDO 3RO BGU

 TEMA: 

LA EXTENSIÓN Y HOMOGENIZACIÓN DE LOS HÁBITOS ALIMENTICIOS 

A ESCALA PLANETARIA.


Observar el siguiente video:




Actividades de desarrollo

El proceso de globalización tiende a hacer desaparecer las fronteras entre un país y otro. Esto sucede  en varios ámbitos, pero uno de los que más pasa desapercibido es el alimenticio puesto que ocurre sigilosamente al ser impuesto por las tendencias globalizadoras y que en su camino destruye variedades de frutas y verduras endémicas de varios países.

El consumo que las personas hacen de ciertos productos alimenticios  depende de la cultura alimentaria. Este tipo de cultura viene dada por el conocimiento de las personas sobre las variedades vegetales y animales que existen en el punto geográfico donde viven para que puedan usarlas como producto alimenticio. Son las personas de estas culturas las que determinan qué especie alimentaria consumir, cómo preparar los platillos, cómo condimentar las comidas, los valores y las costumbres que se le asignan a la comida. Es importante destacar que el apego a ciertas comidas tradicionales  proporciona a las personas un sentimiento de identidad y pertenencia a una comunidad o a un grupo social.

Por lo anteriormente descrito se entiende que la variedad alimentaria puede ser tan grande como el número de naciones y pueblos existentes en el mundo, cada uno de ellos rodeado de un escenario natural distinto del que se puede obtener  diversos alimentos. Sin embargo la tendencia globalizadora provoca que los estilos alimenticios sean uniformes, homogéneos y estandarizados.  Mucha de la comida rápida es una muestra de este punto: hamburguesas, papas fritas, refrescos de soda y comida congelada reemplazan gradualmente las comidas típicas de cada país. Se niega de este modo la multiplicidad alimenticia, se desarraiga la cultura y la identidad que cada pueblo tiene con sus alimentos para reemplazarla por restaurantes transnacionales idénticos que venden “fast food”.

Las comidas típicas podrían parecer desagradables para algunos, pero son una muestra de la diversidad de las naciones, de los gustos y del ingenio de ciertas poblaciones para aprovechar su entorno.  Las diferencias nos enseñan sobre otras costumbres y modos de pensamiento distintos de los cuales podemos enriquecernos, mientras que la homogenización de las costumbres y alimentos simplemente nos estanca a una norma de la cual es difícil salir una vez que se cae en ella.

El modelo de vida norteamericano se intenta generalizar mediante la globalización y para hacerlo busca convencernos de que su estilo de vida y de comida es bueno, está de moda o que es más sofisticado que el de otros países. A pesar de esto la comida rápida ha sido relacionada con el aumento de obesidad y  enfermedades cardiovasculares.  En el libro “Factores asociados con sobrepeso y obesidad en el ambiente escolar” de Guillermo eléndez se afirma que los restaurantes de comida rápida abundan alimentos con bajo valor nutritivo y altos en grasa y azúcares. (Melendez Pág. 60)

Producción de alimentos transgénicos

Un transgénico es un organismo modificado genéticamente, esto quiere decir que su material genético ha sido alterado  usando las tecnologías basadas en la ingeniería genética. Estos genes son los responsables de muchas de las características propias de cada persona, planta o animal. Factores como el color de los ojos, la altura y la resistencia a las enfermedades son definidas por los genes, así como también la forma de las hojas de una planta, la altura y la cantidad de frutos que produce.

La manipulación genética entonces consiste en sacar genes de un tipo de ser vivo (planta, bacteria, animal o humano) para combinarlo con el material genético de otro ser vivo para obtener un organismo nuevo con características combinadas.  Esto quiere decir que las plantas de las que se obtienen los alimentos transgénicos son cosas totalmente nuevas creadas por el ser humano y no por la naturaleza.  Para tener una idea de las repercusiones de esto proporcionamos el ejemplo que se puede encontrar en la página de Greenpeace.org donde sostiene que el maíz que se cultiva en España lleva genes de bacterias para funcionar como insecticidas.  De ser esto cierto los seres humanos estaríamos consumiendo alimentos que poseen tóxicos capaces de matar a los insectos.

Algunas de las características de estas nuevas formas de vida transgénica con las siguientes:

Resistencia a plagas. Ciertos transgénicos tienen propiedades que funcionan como insecticidas y plaguicidas a fin de que los cultivos no sean destruidos por estos males.

 • Resistencia a herbicidas. Los herbicidas son sustancias muy usadas en la agricultura para eliminar las plantas no deseadas o “malas hierbas”. Los cultivos transgénicos resisten estos venenos. 

 • Resistencia a enfermedades. Los transgénicos soportan los padecimientos que los cultivos naturales no pueden resistir. 

Resistencia a temperaturas extremas: Algunas variedades de papas se les inserta genes de peces para que puedan resistir el frio.

Según el artículo académico aparecido en la revista “Enfermería a la vanguardia” en 1995 se utilizaban apenas 200.000 hectáreas de terreno para el cultivo de los transgénicos, pero  esa cifra subió dramáticamente a 52´600.000 hectáreas de transgénicos. Para el 2009 ya se cultivaban más de 139 millones de hectáreas con semillas transgénicas (Campos,  Pág. 71-85). Lo cual es un hecho bastante inquietante considerando que aún no se ha podido demostrar satisfactoriamente que los transgénicos sean saludables para el consumo humano.

Este tema es objeto de un acalorado debate entre científicos quienes no llegan a un consenso sobre si los transgénicos son buenos o malos para la salud humana. El libro: “hich Poison ill Change our Life” de la autora Glenna Chance afirma  que hubieron fuertes intereses económicos que estuvieron en juego a la hora que los transgénicos fueran aprobados por organismos como la FDA (encargados de regular y aprobar los alimentos que se comercializan en Estados Unidos).  James aryany, Coordinador de biotecnología en la FDA durante este tiempo admitió que las políticas sobre la aprobación de los GMO (organismos genéticamente modificados) no se debieron a razones científicas sino a razones políticas (Chance,  Pág. 115). Infiriendo con esto que los estudios científicos no fueron suficientes. 

Otro caso importante aparece relatado en el libro “Desarrollo agropecuario, forestal y pesquero” de José Luis Calva donde se relata el caso del maíz transgénico Starlink en Estados Unidos. Este transgénico había sido aprobado solo para consumo animal por contener una toxina insecticida, sin embargo, la organización Amigos de la Tierra dio a conocer que varios productos comercializados en los supermercados contenían este maíz transgénico no apto para el consumo humano por lo que debió ser retirado del mercado. (Calva, Pág. 168).

Cabe recordar que los productos transgénicos tienen apenas un promedio de 10 años en el mercado y que ciertos alimentos a veces necesitan varias décadas para que manifiesten sus efectos negativos. Esto es aún peor si consideramos que muchas de las personas que consumen alimentos transgénicos no saben que los están consumiendo por lo que cuando se enferman no tienen forma de relacionarlo con lo que han comido.



Tú puedes saber si lo que comes está hecho a base de transgénicos?  Para poder saberlo existen leyes que obligan a que los productos elaborados con transgénicos se lo comuniquen a los consumidores mediante etiquetas. Pero en países donde esto no se ha permitido es imposible saber si la fuente de la enfermedad es un alimento modificado genéticamente. 

Finalmente es importante comentar el trabajo realizado por el biólogo molecular Giles Eric Seralini  expuesto en el libro “armas letales del siglo XXI” de Norma Estella Ferreyra. En el mencionado libro se  exponen los estudios de Seralini en que se muestra como unas ratas alimentadas exclusivamente a base de maíz transgénico desarrollan diversas enfermedades mortales en un lapso de apenas dos años. (Ferreyra Pág. 185) 

Además de los riesgos a la salud los transgénicos suponen  aterradoras consecuencias para la biodiversidad que están fuera de toda duda.  Muchos de estos productos matan a las plagas que se intentan alimentar de ellos, pero también matan a los insectos que se encargan del proceso de polinización que se necesita para que las plantas se reproduzcan (como las abejas). Dando como resultado la pérdida de biodiversidad y la extinción de ciertas especies de insectos. 



Otro punto muy importante a tener en cuenta es que las compañías de biotecnología no desarrollan estos nuevos organismos por puro altruismo. Ellos ganan miles de millones de dólares vendiendo sus semillas a los agricultores prometiendo que sus cultivos transgénicos les ahorraran dinero en pesticidas y  herbicidas. Sin embargo, piden a estos mismos agricultores pagar precios exagerados por sus semillas, algunas de las cuales son “semillas suicidas”, lo que significa que al crecer no pueden volver a reproducirse. De esta manera el pequeño agricultor va desapareciendo pues le es difícil comprar estas semillas  año tras año a las compañías proveedoras de transgénicos cuya líder indiscutible es SAT.

TAREA: 

¿Sabes qué es lo que estás comiendo? Mucha de la comida rápida: panes, refrescos de soda, jugos y otros tipo de comidas contienen alguno o varios de los químicos cuyo efecto en la salud humana es extremadamente perjudicial e incluso algunos podrían ser causantes de cáncer. Averigua cuáles son los efectos de cada uno de los siguientes químicos y en qué comidas los puedes encontrar.

Grasas trans o ácido grado Trans • Glutamato monosódico • Jarabe de maíz de alta fructosa  Lifosato • Aspartamo • Tarzatrine



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