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la siguiente imagen.
Reflexionar: Desde tu punto de vista, ¿Qué son las habilidades para la vida?
¿Cómo aplicaría usted las
habilidades para la vida dentro de la investigación científica?
La Organización Mundial de Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y Unicef proponen la promoción tanto de la salud mental, como emocional, y el fortalecimiento de factores protectores en niños, niñas, adolescentes y jóvenes, mediante el desarrollo de las habilidades para la vida.
De acuerdo con las definiciones y categorizaciones planteadas por la OMS y la OPS, las habilidades para la vida abarcan tres categorías, complementarias entre sí: (OPS. Enfoque de habilidades para la vida para un desarrollo saludable de niños y adolescentes. OPS. (Washington, 2001, pág.6)
1) Habilidades sociales o interpersonales, incluyendo comunicación, habilidades para negociación/rechazo, confianza, cooperación y empatía.
2) Habilidades cognitivas, incluyendo solución de problemas, comprensión de consecuencias, toma de decisiones, pensamiento crítico y autoevaluación.
3) Habilidades para el control de emociones, incluyendo el estrés, los sentimientos, el control y el monitoreo personal.
En el Sistema
Nacional Educativo, se han establecido cinco habilidades para la vida,
centradas en las destrezas emocionales de los y las estudiantes:
Empatía, Autoconocimiento, Manejo de
emociones, Resolución de conflictos, Toma de decisiones, las cuales en la asignatura de
Investigación en Ciencia y Tecnología las hemos visto durante estas 5 semanas
relacionadas al ámbito de la ciencia, investigación, y en busca del
conocimiento científico.
Relacionarnos con los demás implica mucho más que el simple hecho de mantener una relación o un trato con alguien. Requiere, en primer lugar, que cada persona se conozca y acepte tal y como es. Conlleva, además, dejar a un lado los juicios previos y tratar de entender a la otra persona, comunicarnos con los demás sin herir con nuestras palabras, solucionar problemas y conflictos de la forma más positiva posible, etc. En definitiva, dominar una serie de destrezas y capacidades que nos permitan desenvolvernos en la sociedad de manera eficaz, enfrentándonos con éxito a las diversas situaciones que nos plantea la vida.
Todas
estas destrezas o capacidades se agrupan bajo el término Habilidades para la
Vida (HpV). La Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1993 las define como
“aquellas aptitudes necesarias para tener un comportamiento adecuado y positivo
que nos permita enfrentar eficazmente las exigencias y retos de la vida
diaria”.
En
un principio, las Habilidades para la Vida se orientaron a la prevención de
problemas específicos de salud pública: retrasar la edad de inicio del consumo
de alcohol, tabaco y cannabis, prevenir conductas sexuales de alto riesgo,
mejorar conductas relacionadas con la salud y la autoestima, promover el ajuste
social positivo, mejorar el desempeño académico y/o prevenir el rechazo de los
iguales. Más tarde, se comprendió que las habilidades socio-cognitivas y de
control de las emociones representan la pieza clave para el desarrollo humano,
por lo que se redirigió su enfoque, proponiendo como objetivo principal de la
aplicación de las mismas la promoción de la salud, aplicando este punto de
vista a diversas situaciones de la vida cotidiana.
Habilidades y actitudes científicas |
Los
estándares buscan que el estudiante desarrolle habilidades para:
Las
actitudes científicas son igualmente importantes y, por ello, se busca
fomentar y desarrollar en el estudiante:
|
Es relevante, además, destacar que las HpV están orientadas al bienestar humano y social, pudiéndose aplicar en las acciones y relaciones personales, en la interacción con los demás y en aquellas acciones en las que creamos que es necesario transformar el entorno con el fin de que sea favorable para la salud y el bienestar. Por el contrario, la mala gestión de estas habilidades podría provocar que las personas presenten dificultades a la hora de gestionar los acontecimientos vitales que se presentan en su día a día, apareciendo como consecuencia un importante factor de riesgo para la persona. Autores como Cuartero (2014), señalan la importancia que tienen las emociones como condicionantes de nuestro comportamiento, ya que pueden hacernos actuar sensatamente o de manera irracional. Sería importante que el aprendizaje de las mencionadas habilidades fuera común a todos los niños y niñas en la etapa infantil, en los hogares y las escuelas, a fin de poder aplicarlas lo antes posible en sus vidas. |
Por lo
tanto, el día de hoy reflexionaremos como aplicaríamos estas habilidades en
nuestra practica estudiantil.
TAREA:
Completo la rutina de pensamiento.
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