domingo, 10 de octubre de 2021

CIUDADANIA 2DO S22

 La plurinacionalidad y sus aportes a la cultura nacional


Art 1. El Ecuador es un Estado constitucional de derechos y justicia social, democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico… Fuente: Constitución de la República del Ecuador. 2008.

 

Observar el siguiente video:



Reflexión:

¿Qué significa para ti la plurinacionalidad?

¿La gran diversidad étnica de nuestro país es un factor que permite o impide el desarrollo?

Actividades de desarrollo

 

La diversidad étnica es un término para referirse a los grupos étnicos que viven en un país, que han preservado a través de tiempo características que son propias de su cultura, como: lengua, tradiciones, costumbres (gastronomía, vestimenta), hábitos, formas de vivir, cosmovisión, religión, fiestas, arte, juegos; estos elementos y otros conforman parte de lo que se denomina identidad cultural.


La historia de colonización del país da cuenta de cómo estos grupos han vivido en condiciones de exclusión, discriminación, marginalidad y desigualdad, lo que ha impedido su desarrollo y su derecho a la participación en la vida política de la nación ecuatoriana.

Actualmente, la Constitución les garantiza sus derechos individuales y colectivos como pueblos, lo que significa su pleno desarrollo con base en su cosmovisión y cultura. Estos logros han sido consecuencia de sus históricas luchas sociales, que promovieron su visibilización, hasta el punto que hoy el Estado ecuatoriano, a partir de la Constitución de 2008, adquiere la denominación de Estado de derechos y reconoce la plurinacionalidad en el país, aceptando y valorando con total respeto nuestra gran diversidad cultural y étnica (CRE, 2008).


Ecuador, país plurinacional e intercultural


En el Ecuador existen 18 pueblos, 14 nacionalidades indígenas y afrodescendientes que

habitan en la Costa, Sierra y Amazonía (CODENPE, 2016), a los que se suman grupos de

mestizos y blancos extranjeros, portadores de la cultura de sus países de origen, más los aportes de diversos grupos sociales que han creado sus propias manifestaciones culturales.

El Estado ecuatoriano busca enriquecer la democracia a través de la descolonización de la cultura y por tanto protege, recupera y conserva la riqueza cultural del país, que proviene de su enorme diversidad étnica.


En el Ecuador, el levantamiento indígena de 1990 permitió descubrir a los indígenas como actores fundamentales, como el otro que existe, que tiene diferencias y derechos, fundamentalmente como un actor político que debe participar en la toma de decisiones sobre el destino del país. Debieron pasar varios años para que la Constitución de 2008 reconociera la existencia de la diversidad cultural y que desvirtuara a la cultura occidental como la única válida.

Al ser el Ecuador un territorio de paz, la interculturalidad convoca a la convivencia armónica entre personas diferentes, donde el concepto básico es el ‘respeto a lo diverso’. La ciudadanía ecuatoriana constituye el vínculo fundamental que une a los habitantes del Ecuador y que garantiza la igualdad de derechos y oportunidades para todos y todas.

La Conquista de América puede ser entendida como el encuentro entre dos mundos o, desde otra postura, la superposición de un mundo sobre otro (Escobar, 2003). Cuando los europeos llegaron a América, trajeron consigo su cultura occidental con todos sus elementos de identidad cultural: idioma, creencias, tradiciones, hábitos, saberes, religión; además de sus formas de producción feudales y sus formas aristocráticas de gobierno.

Fundamentos sociales del Ecuador: lo indígena



Al llegar a América, los europeos se encontraron con pueblos portadores de saberes, cultura, formas de vida, organización económica, social y política propias, así como espiritualidad. Estos pueblos habían alcanzado un nivel de desarrollo propio, unos más que otros. El afán de dominio y acumulación de riquezas determinó que los conquistadores sometieran a los nativos, al punto de provocar su extinción como en el caso de los pueblos de Norteamérica

en manos de los ingleses, o los pueblos caribeños por parte de los españoles, quienes conjuntamente con portugueses y franceses sometieron a los indígenas del resto del continente al trabajo forzado y a condiciones de explotación y servidumbre.

Este pasado oprobioso, sumado al aparecimiento de enfermedades desconocidas para esta población, produjo un etnocidio. Los que sobrevivieron debieron adaptarse a los poderosos afuereños: aprender su cultura y religión, aceptar el maltrato y perder sus elementos

autóctonos para adquirir los ajenos (Del Campillo, 1999).


En el Ecuador la Conquista implicó, en la Sierra, la expropiación de grandes extensiones

de tierras de propiedad originaria indígena, con lo que se formaron los latifundios y se utilizó a la población nativa para la producción: la agricultura, la ganadería, los tejidos, la extracción de metales preciosos, el trabajo doméstico y la limpieza de pueblos y ciudades.

 

Algunas poblaciones indígenas de la Costa fueron sometidas enseguida, y otras más tarde; en la Amazonía, los pueblos originarios no fueron sometidos, aunque tuvieron contacto con misioneros. Los pueblos indígenas de la Sierra conservaron algo de sus tierras, ubicadas en los páramos, en donde funcionaba la forma de vida comunitaria, basada en la reciprocidad. Tenían sus propias formas de gobierno, sus leyes, festividades, ritos, a los que se han incorporado variantes por el influjo de la cultura occidental. Luego de 500 años de sometimiento y resistencia a la dominación, hoy los indígenas han alcanzado un rol protagónico en la sociedad, logrando el reconocimiento de su existencia como pueblos nacionalidades, y recibiendo con ello de los gobiernos el reconocimiento del territorio donde se asientan y el derecho a su autodeterminación mediante sus formas de gobierno y su cultura.



Los pueblos y nacionalidades indígenas han prevalecido en el tiempo, preservando ciertos elementos de su identidad cultural, pese al influjo de la cultura occidental impuesta desde el proceso de Conquista. Hoy su cultura ha sido reconocida como base de la identidad nacional, por tanto, está protegida.

TAREA:



No hay comentarios:

Publicar un comentario